La muestra artística rural Estoesloquehay cumple 20 años, una efeméride que tiene lugar en un contexto global en el que la sensación de desgaste de cuanto se decide y acontece en las ciudades dista de valorarse como algo positivo. Cuando el proyecto comenzó en 2002 lo último que se pretendía era ahondar en la dicotomía campo-ciudad, nuestra visión era distinta, entendíamos la sociedad como un todo a la que a través de la creatividad y la cultura podíamos contribuir a hacer avanzar.
Sin embargo, en todos estos años – y raro sería que no fuera así- las cosas han cambiado y más desde el cándido prisma con la que comenzó la muestra artística rural ‘Estoesloquehay’ a principios de siglo. El medio rural acabó por pedir la palabra…y auxilio. La problemática de la despoblación y de la España vacía comenzó hace algo más de un lustro a posicionarse como un debate relevante en la sociedad, ocupando un espacio reivindicativo al que desde entonces le han salido muchos progenitores.
Carteles de las 19 ediciones realizadas hasta la fecha
Si a este sustrato, que en numerosas ocasiones se asentaba en la comodidad de la queja, se añade lo acontecido desde el comienzo de la Pandemia y a raíz de ella, en la que determinados sectores de las clases urbanas han vuelto la mirada hacia la periferia, hacia una mayor reconexión con la naturaleza y en aras a un futuro fundamentado en mayor sostenibilidad, nos encontramos con que la relación rural-urbano va encauzándose lentamente, y sin oposición, hacia un mayor equilibrio como una trama de relaciones e interdependencias mutuas.
Por el momento no se trata de una relación equitativa, la hegemonía de ‘lo urbano’ sigue siendo evidente para con ‘lo rural’, sin embargo en el campo del arte, tan asociado desde siempre al ámbito de las ciudades -aparente meca de la creación y sobreinfluída por las tendencias- se puede afirmar que existe y ha madurado un discurso creativo que viene y bebe directamente de lo rural.
Es este el campo sobre el que queremos trabajar en esta 20ª edición, como es sabido, cada año el proyecto se asienta en una población diferente, estableciéndose la temática en torno a sus características y peculiaridades. En este año en el que el proyecto está de aniversario se da el match perfecto, y es que el pueblo que acogerá la muestra en este 2022, Artieda, es un verdadero ejemplo de lucha y determinación para mantener el medio rural vivo.
Vistas varias de Artieda
Artieda, municipio de apenas 70 habitantes, está situado sobre una colina de las estribaciones del Pirineo central, a los pies del Camino de Santiago francés y a orillas del río Aragón y cuenta con la peculiaridad política de formar parte de Comarca de la Jacetania y a su vez de la provincia de Zaragoza. El pueblo ha sabido, con la implicación de los jóvenes de la zona y de ideas adaptadas a un tiempo nuevo, salir airosa de múltiples adversidades, siendo de las pocas que está logrando asentar población en la Comunidad aragonesa.
Con iniciativas como ‘Empenta Artieda’, proyecto de participación ciudadana en la que los vecinos han evaluado la situación del pueblo y establecido las líneas a seguir para mantenerlo vivo, la población se ha posicionado como un ejemplo de que otra ruralidad es posible, en la que la socialización, los cuidados y los valores comunitarios han demostrado ser los pilares de una localidad que ha estado cerca de quedar anegada bajo las aguas del embalse de Yesa y que conoce bien la importancia de defender su tierra.
Es por ello que en esta edición tan especial se ha elegido la temática ‘Orgullo rural’, sobre la que pivotará un programación basada en aquellas propuestas artísticas que emergen desde la periferia, desde el difuso concepto del ‘medio rural’ y que ya vindicadas, son poseedoras de unos discursos y relatos propios.
Transformar la sociedad es clave recuperar la soberanía de la alegría, el arte, el lenguaje común del ser humano, es la singularidad de nuestra especie que nos ha conectado con lo inefable: la música, la plástica, los relatos… Es un patrimonio, un tesoro intangible que sostiene, cohesiona y hace posible la vida en comunidad. La creatividad genera sinergias poderosas que devuelven a las comunidades la autoestima y la fe en sí mismas. ¿Convertiremos Artieda en un crisol de encuentros y creatividad con propuestas artísticas que surgen y se inspiran en lo rural?…¡Sin dudarlo, el 16,17 y 18 de septiembre os esperamos!
