Artieda, municipio de apenas 70 habitantes, fue la población acogedora de una efeméride muy especial para la muestra artística rural ‘Estoesloquehay’, ya que el proyecto cumplía sus primeros 20 años de existencia recorriendo los pueblos de la geografía aragonesa con sus heterodoxas programaciones. La pequeña población se sitúa sobre una colina de las estribaciones del Pirineo central, a los pies del Camino de Santiago francés y a orillas del río Aragón. Cuenta con la peculiaridad de formar parte de Comarca de la Jacetania y a su vez de la provincia de Zaragoza. El pueblo es conocido por la implicación de sus habitantes a través de gobernanzas adaptadas a un tiempo nuevo, de ese modo, el pueblo ha conseguido salir airoso de múltiples adversidades, siendo uno de los escasos ejemplos que está logrando asentar población en la comunidad aragonesa.

En esa edición tan especial se adoptó la temática ‘Orgullo rural’, sobre la que se realizó un programación basada en aquellas propuestas artísticas que emergen desde la periferia, desde el difuso concepto del ‘medio rural’ y que ya vindicadas, son poseedoras de unos discursos y relatos propios.

La muestra comenzaba el viernes 16 de septiembre con la exposición en la torre de la iglesia de los beneficiados de las residencias artísticas del proyecto ‘Lo Món Contemporáneo’  Aitor Borruel y Adela Moreno. Promovido por del Ayuntamiento de Hecho, se trata de uno de los referentes y focos de creación de la Jacetania.

Continuaba Wilbur –actor alicantino afincado en la sierra madrileña y conocido por sus delirantes vídeos virales en redes– presentó, a corazón abierto, una historia real y arrebatadora. Una invitación a mirarnos en el espejo de lo patético y a aceptar que no somos perfectos…ni de lejos.

Tras él, ya en la plácida noche al pie de los Pirineos, la doble sesión musical titulada ‘Celtiberia a Cuadros: Spanish boots’, y es que lo rural no solo es un estado físico, también algo puramente mental que sigue dominando como icono entre lo nostálgico y la idealización las diferencias entre las culturas de campo y las cosmopolitas. Estas distancias hoy no se miden por kilómetros, sino por grados de conectividad. En nuestro país, fruto en parte de este hecho ha surgido en los últimos años una cuando menos curiosa conexión con la música folk estadounidense. A lo largo de la geografía española han brotado un destacado número de formaciones inspiradas en estos sonidos de raíz -bluegrass, hillbilly, country, blues- que destilan un carácter que va de lo purista a lo híbrido. 

En esta sesión se pudo disfrutar de las actuaciones de Kinkfolks, que evocan la ruralidad como un estado mental en pleno corazón de Madrid a través del sonido frenético de la tradición folk de los montes Apalaches. El broche de la noche lo puso La Perra Blanco Trío, liderada por la jovencísima Alba Blanco, que con sonidos inspirados en la música más cruda y pantanosa de la década de los cincuenta del sur de los Estados Unidos, se ha posicionado como uno de los mejores directos del momento en su estilo, dispuesta a vencer los estereotipos en un género habitualmente copado por hombres.

 

La actividad del sábado 17 comenzaba con la proyección del documental ’Red difusa’ en el que numerosos artistas y gestores culturales comparten su experiencia de operar y vivir en el campo. Este trabajo forma parte de la investigación ‘Culturarios. Hummus de iniciativas culturales en el campo’, la primera iniciativa desarrollada por la red El Cubo Verde, financiada por la Fundación Daniel y Nina Carasso.

Continuaba en el mirador al Pirineo de la localidad la apuesta del Colectivo Algazara por el acercamiento de la danza de raíz a la escena contemporánea con su pieza ‘Alineados’, con ella las vallisoletanas reinterpretaron el folclore de una manera fresca y contemporánea al panorama cultural actual.

Para la noche del sábado esperaba la sesión musical titulada ‘Raíces futuras’, y es que son numerosas las formaciones que, desde postulados sonoros más fieles con el pasado y una apuesta evidente por el retorno a lo acústico, lo íntimo y la cercanía con el público. Coplas, jotas, boleros, seguidillas… son revisionados por artistas que están reescribiendo la música popular española en clave contemporánea. Propuestas en ocasiones heterodoxas que construyen el futuro atendiendo al pasado, no sólo como un sustrato que los alimenta sino como quintaesencia de su obra.

En esta línea la albaceteña Carmen Toledo, con nombre artístico Karmento iniciaba la velada con una actuación que navegó por las aguas de la canción de autor y ponía rumbo con excelencia a la copla y a la seguidilla manchega. A través de historias atemporales, Karmento, acompañada de su banda; nos transporta a un periplo de emociones con su propuesta a medio camino entre el folclore y el pop, una artista imprescindible para comprender la actual reescritura de la música popular española.

Continuaba la noche con el reconocido dúo burgalés Fetén Fetén, que propuso un espectáculo conectado a las músicas de raíz, a la esencia como pueblo y cultura. Un recorrido por los ritmos populares de la Península Ibérica en un directo vital y enérgico, con el que se pudo disfrutar al ritmo de valses, jotas, pasodobles, charros, ruedas o seguidillas. Suena la tradición española desde su acordeón y su violín e instrumentos insólitos como el serrucho y la silla de camping…

 

El domingo 18 continuaba el festival con la proyección de los cortometrajes premiados del Concurso Internacional de la 49a edición del Festival de Cine de Huesca, uno de los festivales de cine más veteranos y prestigiosos del panorama nacional especializado en cortometraje y documental, colaborador habitual de ‘Estoesloquehay’.

La guinda de una edición 20 aniversario excepcional la puso el mallorquín Guillem Vizcaíno con su premiado espectáculo Poi – Campeón mundial de peonza tras imponerse a más de cien participantes de veinte países en el World Spintop Contest– el espectáculo responde a una búsqueda física de malabares y manipulación, pero también a una investigación artesana en cuanto a la construcción de peonzas que el mismo diseña, crea y construye.

 

Una verdadera maravilla de edición, arropados por los aires del Pirineo y la calidez de los vecinos de Artieda, la edición 20 aniversario de ‘Estoesloquehay’ supuso un emotivo reencuentro con las raíces mismas que nos motivaron a comenzar el proyecto en un ya lejano 2002.

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